Cinco vinos excepcionales para regalar esta Navidad
03.12.21 Eva Garcinuño Herrero
Uno de los regalos más habituales en Navidad, es el vino. Hay muchísimos aficionados a los que les gusta descubrir nuevos vinos o probar las joyas más clásicas. En España hay innumerables bodegas que elaboran grandes vinos, solo tienes que dar con ellas para acertar estas navidades cuando regales una botella (o varias) de vino.
La ventaja de regalar vino es que puedes hacer elecciones muy arriesgadas o tirar de clásicos, porque a los amantes del vino les gusta probar de todo y nunca se cierran a nuevas experiencias. Valoran tanto a una pequeña bodega como a las más afamadas.
Cuando regales vino, piensa en los gustos de esa persona, si le gustan vinos potentes o más suaves, si es más de tinto o blanco, si lo va a tomar rápidamente o la va a guardar. Detalles a tener en cuenta para acertar. Y como queremos hacer parte del trabajo por ti, te proponemos una lista de vinos para regalar esta Navidad con los que vas a quedar muy bien. Y recuerda ¡el vino nunca pasa de moda!
Belondrade y Lurton 2020, de Belondrade
Un vino blanco emblemático como Belondrade y Lurton 2020 se basa, como el resto los vinos de la bodega, en unas sencillas normas: respeto por la naturaleza (pionera en la práctica de viticultura ecológica en la zona); cuidada selección de la uva; desarrollo de la fermentación espontánea y crianza de casi un año en barrica y, como mínimo, de otros cinco meses en botella.
La vinificación se hace de forma individual por parcelas, buscando que cada una aporte su personalidad propia. Un mosaico formado por 23 parcelas que se vendimian a mano, eligiendo solo las mejores uvas. Se seleccionan también las tonelerías y los años de barrica para cada parcela.
Llegado el mes de junio se catan las barricas una a una para realizar una docena de lotes dependiendo de las características organolépticas del vino antes de realizar el assemblage final que resultará en el Belondrade y Lurton reflejo de la añada.
Belondrade y Lurton 2020 es un vino blanco de guarda, elaborado con un 95% de verdejo y 5% de otras variedades que componen la finca de ecológica Quinta San Diego. Después de una fermentación espontánea en barricas, seguida de una crianza sobre lías en barricas de roble francés se hace una selección y assemblage antes de permanecer un mínimo 5 meses en botella. Un vino especialmente gastronómico que, por su untuosidad y estructura, es perfecto para tomar con pescados y mariscos, platos especiados o quesos curados; y por su buena acidez, merece una guarda de varios años para descubrir su mejor potencial.
Gallipato, de Bodega Delgado Zuleta
Si hay una bodega que sepa de Manzanillas y de elaborar grandes vinos dentro del Marco de Jerez, esa es Bodega Delgado Zuleta (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz). Por algo es la más antigua del Marco, y lleva cerca de 3 siglos conquistando los paladares más refinados.
Gallipato es un vino muy especial para regalar en Navidad, para esos aficionados que quieren probar vinos diferentes y disfrutar de experiencias únicas. Con Gallipato la bodega ha revolucionado la crianza biológica. Es un vino blanco monovarietal de Pedro Ximénez, criado en estático durante seis meses bajo velo de flor en botas de roble americano.
Para su elaboración se extrae flor pura de las soleras de la manzanilla La Goya -el emblema de la casa y una de las más reconocidas del mundo-, y esta flor se pulveriza sobre los mostos de Pedro Ximénez, colonizando la superficie completa de cada bota e iniciando así una intensa crianza biológica durante seis meses.
Un vino de color amarillo dorado brillante, con nariz delicada y notas florales que se entremezclan con los aromas de panadería y almendra propios de la crianza biológica. En boca llama la atención su untuosidad y volumen, que se equilibran con una viva acidez y frescura. Muy versátil para maridajes con pescados, mariscos, carnes blancas y rojas y todo tipo de guisos.
Château Palmer 2014, de Château Palmer
Château Palmer es una bodega en la denominación de origen Margaux de la región de Burdeos. El vino producido aquí fue clasificado como uno de los catorce Troisièmes Crus (Terceros Crecimientos) en la histórica Clasificación Oficial de Vino de Burdeos de 1855. La propiedad está situada en los municipios de Margaux y Cantenac, y su vino se considera uno de los dos Terceros Crecimientos más populares.
Los vinos de Château Palmer se encuentran entre los más prestigiosos de Burdeos y son conocidos y demandados por los grandes amantes del vino del mundo entero. La calidad del terruño de Margaux, con sus lechos de grava pobres y bien drenados, se revela como excepcional para la Cabernet Sauvignon y la Merlot, que aquí expresan un especial refinamiento en sus aromas, taninos y textura.
Los vinos de Château Palmer no dejan de maravillar a los paladares más exigentes con vinos que atesoran una espléndida madurez, textura sedosa y taninos redondeados. Tintos de larga guarda, que expresan su mejor condición si se los oxigena generosamente antes del consumo.
Si realmente quieres sorprender a alguien con un vino estas navidades regálale un Château Palmer 2014. Un impresionante vino tinto concentrado, profundamente fragante con notas primarias de fruta negra madura, notas enológicas de especiados dulces y picantes entremezclados y un fondo evolutivo de recuerdos de chocolate y sotobosque. En boca tiene un ataque fresco, afrutado y muy sabroso. Se trata de un vino sedoso con taninos finos y elegantes y una acidez muy bien equilibrada. El final es largo y persistente. ¡Un vinazo que quedará en la memoria de quien lo reciba!
Les Terrasses 2019, de Álvaro Palacios
Álvaro Palacios considerado el mago del Priorat, es uno de los enólogos más reputados de España. Es el propietario y responsable de los vinos que elabora en tres regiones históricas y de profunda tradición espiritual, -algo muy importante en sus vinos-. Rioja Oriental, Priorat y Bierzo.
Procedente de una familia de viticultores riojanos, Álvaro Palacios decidió en 1989 con sólo 24 años- poner rumbo al Priorat para demostrar que podía elaborar vinos de finca de primer nivel en la región vinícola más prometedora del momento. Lo consiguió creando vinos de carácter poderoso que transmiten el misterio y la belleza singular de esa zona.
Un paisaje escarpado y aterrazado dónde se encuentran las viñas viejas de Garnacha y Cariñena hacen que sus vinos tengan un marcado carácter. Unido a la espiritualidad de la zona, legado de los monjes de la Cartuja de Escaladei que desarrollaron el viñedo del Priorat desde el siglo XII.
Elegimos como regalo para estas navidades un vino muy especial: Les Terrasses 2019, elaborado con 82% Garnacha, 17% Cariñena, 1% Uva banca y con crianza de 12 meses en barrica. Procede de 80 parcelas de viñas viejas en 8 municipios. Un vino ideal para iniciarse en el universo de Álvaro Palacios. Un gran tinto que representa la complejidad del Priorat y que es una auténtica joya.
Tokaji Oremus Aszú Puttonyos, de Tokaj-Oremus
La familia Álvarez propietaria de la prestigiosa bodega Vega Sicilia, decide en 1993 recuperar los míticos vinos húngaros que ya se elaboraban hace cientos de años en la región del Tokaj, una zona montañosa que ocupa la parte noreste de Hungría.
Es así como funda Tokaj-Oremus Viñedos y Bodegas y mantiene la forma de elaboración de antaño para crear vinos dulces licorosos de bayas nobles. En 2002 la UNESCO reconoció las condiciones vinícolas excepcionales de la región de Tokaj, su secular capacidad de fomentar la cultura y su valor, concediéndole el título de patrimonio mundial catalogando a estos viñedos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El proceso de elaboración es complejo, durante el mes de noviembre se cosechan de manera manual únicamente las uvas sobremaduradas y afectadas por bortristis el hongo botrytis cinerea (coloquialmente llamado “podredumbre noble”) que las deshidrata hasta convertirlas en uvas pasa. El rendimiento es mínimo y la vendimia es tardía y manual con selección minuciosa en el propio viñedo.
Una vez en la bodega se sigue los mismos procesos que hace 400 años para la elaboración de Tokaji Oremus Aszú Puttonyos. Primero al mosto que cabe en una barrica de roble húngaro de 136 litros se le añaden 5 puttons o cestas de 25 kilos con uva afectada de bortristis. Dos días después se prensa suavemente y se inicia una fermentación lenta que puede durar hasta dos meses. Después el vino se mete en barrica de madera con gotas de esencia de baya Aszú y allí permanece unos 2 años. Finalmente, en botella reposa un año más hasta obtener un vino de lágrima dulce y noble, digno de admiración.