Descubre los secretos detrás del vino blanco: un viaje desde la vendimia hasta el embotellado
26.06.23 Roberto Buscapé
¿Alguna vez te has preguntado cómo se elabora el vino blanco? En este artículo vas a poder descubrir los secretos que hay detrás de su elaboración. Agárrate que vienen curvas: ¡aquí hay arte y técnica a tope!
Todo comienza con la vendimia, cuando las uvas blancas alcanzan el punto justo de madurez. Ese momento puede variar según la zona y el estilo del vino que se quiera elaborar. Una vez recolectadas, se les quita el pedúnculo o raspón en un proceso llamado despalillado. Luego se estrujan suavemente para liberar el jugo y las pieles.
A continuación, viene el prensado. Aquí es cuando se separa el mosto (el zumo de uva) de las cosas sólidas como las pieles y las semillas. Y ojo, el prensado puede ser suave para obtener un mosto de mayor calidad y evitar extraer compuestos no deseados de las pieles.
Después de ese proceso, el mosto clarificado se va a unos tanques de fermentación. Ahí es donde entran en escena las levaduras seleccionadas, que son las encargadas de iniciar la fermentación alcohólica. Y dependiendo del tipo de vino blanco que se quiera conseguir, se juega con las temperaturas para mantener los sabores y aromas de las uvas utilizadas.
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Tranquilo, aquí no acaba la fiesta. Con algunos vinos blancos se decide pasar por una etapa de crianza. Pueden envejecer en barricas de roble o en tanques de acero inoxidable. Y no es por presumir, pero esa crianza en barrica les da un toque de complejidad y estructura muy especial.
Luego de la fermentación y, si se dio el caso de tener una crianza, viene el momento de ponerse serios: el vino pasa por un proceso de estabilización y clarificación. Aquí se le quitan las impurezas y los sedimentos que no hacen juego con su estilo. Queremos un vino elegante, no una ensaladita, ¿verdad?
Y finalmente, llegamos al embotellado. El vino blanco se guarda en botellas de vidrio y se sella con corcho natural o tapón de rosca. Ahora sí, listo para ser descorchado y disfrutado en buena compañía. ¡Un brindis por este increíble caldo que nos alegra la vida y nos refresca el paladar!
Así que, ya sabes, la próxima vez que te tomes una copa de vino blanco, piensa en todo el proceso que ha habido detrás. Desde la recolección de las uvas hasta el momento de descorchar, hay un montón de amor y trabajo que se refleja en cada sorbito. ¡A disfrutarlo con ganas!