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Emina Albariño: el viaje gallego de Bodega Emina a las Rías Baixas

  • Roberto Buscapé
  • 11 abr
  • 2 Min. de lectura

Emina Albariño presentación 2025 (Producto) - GastroMadrid (1)

Galicia es tierra de verdes infinitos, lluvias generosas y una brisa atlántica que imprime carácter a sus vinos. Es también el nuevo destino de Bodega Emina, que ha presentado su primer vino en la Denominación de Origen Rías Baixas: Emina Albariño. Con esta incorporación, la bodega vallisoletana suma una cuarta denominación a su portfolio —junto a Ribera del Duero, Rueda y Cigales— reafirmando su compromiso con la diversidad vitivinícola española.


"Con Emina Albariño seguimos ampliando nuestra gama con un producto que conecta con las nuevas tendencias de consumo, pero que al mismo tiempo mantiene viva la esencia de nuestra filosofía: elaborar vinos que emocionen, que cuenten historias, y que respeten la tierra de la que nacen", explicaba Paloma Moro, presidenta de Bodega Emina, durante la presentación del vino, que ya está disponible en el mercado.



Elaborado en Salvaterra de Miño (Pontevedra), Emina Albariño 2022 nace de uvas cuidadosamente seleccionadas en dos de las subzonas más emblemáticas de Rías Baixas: Condado do Tea y Val do Salnés. Esta mezcla busca capturar la complejidad de un terroir atlántico donde la variedad albariño —única casta protegida de forma específica en España— alcanza su máxima expresión.


"Es un homenaje a Galicia. En una sola copa, este albariño une la generosidad de sus suelos, la fuerza de su océano y la bonanza de sus días soleados"”, afirma Javier Aladro, director técnico de la bodega.



La vendimia se ha realizado de forma manual, siguiendo el sistema tradicional gallego de viñedo en emparrado. Los racimos, colgados bajo el follaje, se recogen en cajas de 12 kilos para conservar su frescura. Posteriormente, el vino fermenta a baja temperatura y realiza una crianza sobre lías durante cuatro meses, aportándole volumen y equilibrio.


El resultado: un vino elegante y complejo, con aromas florales, cítricos y de piña, y un fondo vegetal bien integrado. En boca es fresco, con una acidez precisa y una persistencia que invita a seguir descubriéndolo.



La etiqueta de Emina Albariño también es un guiño a su tierra: azul atlántico como el mar que lo rodea; símbolos que narran su origen —el círculo, la uva; la estrella, lo espiritual; la onda, el futuro—.


Esta nueva apuesta no solo amplía el horizonte de Emina, sino que celebra su 30 aniversario explorando nuevas fronteras sin olvidar su esencia: vinos que respetan la tierra, emocionan y cuentan historias.


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