Los mejores vinos del Bierzo
© Cuatro Pasos
02.03.22 Eva Garcinuño Herrero
El Bierzo, es una región ubicada al noroeste de la provincia de León, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León que, geográficamente, limita con las provincias gallegas de Lugo y Orense y con Asturias. Una zona de transición entre Galicia, León y Asturias que la hace muy interesante para el cultivo de las viñas, pues adquiere características propias que se refleja en cada botella de vino elaborada en esta zona.
Esta zona leonesa tiene un microclima muy especial. Está asentada en un valle con un clima similar al gallego en cuanto a la humedad, pero seco como el de Castilla. Al estar en un valle a baja altitud, se libra generalmente de las heladas tardías lo que resulta muy beneficioso para el viñedo. Esto hace que en esta región se adelante la vendimia un mes sobre el resto de Castilla.
La mineralidad del suelo y la edad de las viñas, casi todas superiores a los 50 años y algunas prefiloxéricas, dota a los vinos la D.O. Bierzo de unas características propias, cada vez más alabadas. Estos últimos 15 años han sido un verdadero resurgir en la creación de magníficos vinos con sus uvas protagonistas, la Mencía para el tinto y la Godello para el blanco.
Queremos mostrarte los mejores vinos del Bierzo, con una buena relación calidad precio y muy placenteros. Esta selección te va a encantar ¡Qué los disfrutes!
Cuatro Pasos
Hay una bonita historia detrás del nombre de esta bodega perteneciente al Grupo Bodegas Martín Códax. El nombre de Cuatro Pasos proviene del descubrimiento de cuatro huellas de oso en un viñedo de las zonas más elevadas del Bierzo. Los técnicos de campo del equipo de viticultura de Bodegas Martín Códax estaban buscando un terreno para cultivar mencía en la zona y se encontraron con dos hallazgos, el primero fue encontrar unas viñas centenarias y el segundo, las huellas de oso que dieron pie a que las Bodegas adquirieran un gran compromiso con este animal en peligro de extinción y se inspiraran en él para darle nombre a su gama Cuatro Pasos y, en concreto, a su vino Cuatro Pasos Black.
Así surgió el nuevo proyecto de Bodegas Martín Códax en la D.O. Bierzo. La bodega está a los pies del Camino de Santiago, en un caserón solariego del siglo XVIII de la calle Santa María en Cacabelos, que anteriormente ya había alojado una bodega, pero que en las últimas décadas había estado abandonado. En 2003 retorna su actividad convirtiéndose en la sede de la Bodega Cuatros Pasos.
Nos gusta mucho el vino Cuatro Pasos Black, 100% mencía, elaborado con uvas seleccionadas de cepas de bajo rendimiento, la mayoría con más de 80 años provenientes de 4 fincas situadas en 4 parajes distintos. Los viñedos están plantados sobre suelo pizarroso de las zonas altas de las laderas situadas en la comarca del Bierzo.
Un vino de color rojo picota, con una intensidad olfativa media-alta en la que se aprecian aromas a fruta negra (mora, ciruela y pasa). Tras la vinificación se completa la crianza con al menos 8 meses de barrica de roble francés y americano. Un vino potente y glicérico que armoniza muy bien con carnes rojas, verduras asadas, embutidos, con la cecina tan rica propia de esa zona y con quesos curados o ahumados.
Aníbal de Otero
En Villafranca del Bierzo, cuna de los mejores vinos de esta denominación de origen, se encuentra la bodega familiar Aníbal de Otero que tiene las viñas en el paraje de “Los Fornos”, considerado uno de las mejores zonas para el cultivo de la vid en la D.O. En este paraje la Mencía alcanza todo su esplendor.
Esta bodega utiliza únicamente uva Mencía procedente de cepas viejas, cultivadas artesanalmente en vaso, con mucha antigüedad. Algunas de estas vides ya las trabajaba el tatarabuelo de los dueños de la bodega hace 130 años. Proporcionan una exigua producción (menos de medio kilogramo de uva por cepa) pero de excepcional calidad, que muestra la máxima tipicidad de los grandes vinos del Bierzo.
Elaboran dos vinos de referencia que nos encantan. Dos monovarietales de gran calidad. El primero de ellos es AO Villa Otero 2017, procedente de cepas con edad superior a 90 años, situadas cerca del pueblo de Otero. Después de una corta crianza de 3 a 6 meses en barricas de roble francés seminuevas, reposa en la bodega más de 3 años. De color rojo picota intenso con predominio de frutos rojos y negros. Presenta notas ahumadas a coco y vainilla. Un vino potente y equilibrado perfecto para degustar con asados, guisos de cuchara y quesos curados.
El segundo vino, una auténtica joya berciana es AO Fornos 2015, elaborado también con 100% Mencía de cepas de más de 120 años. Un vino especial, con 18 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. De color rojo picota intenso con tonos teja en el ribete. Posee un intenso aroma especiado y predominio de frutos rojos. Un vino potente y complejo muy equilibrado en boca con un final largo lleno de sensaciones aromáticas que vas a disfrutar mucho con asados, platos de caza y botillo del Bierzo.
Bodegas Pittacum
El Grupo Terras Gauda, uno de los principales grupos bodegueros de España está constituido por cuatro bodegas: Bodegas Terras Gauda, Viñedos y Bodegas Pittacum, Quinta Sardonia y Compañía de Vinos Heraclio Alfaro. También son los propietarios de la conservera vegetal A Rosaleira, la más antigua de Galicia.
El Grupo bodeguero se plantea elaborar vinos de máxima calidad, con personalidad propia, en diferentes denominaciones de origen, así en el año 2002 adquiere Viñedos y Bodegas Pittacum, en la Denominación de Origen Bierzo, para elaborar tintos de calidad a partir de viñedo viejo de la variedad autóctona Mencía.
Pittacum está ubicada en la localidad de Arganza, con larga tradición vitivinícola en el paraje natural de la "Región Berciana". Una zona con unas señas de identidad propias y muy diferentes de cualquier otra zona productora de vino en España. Viñas en zonas montañosas llenas de valles y pendientes, de microclimas y de diferentes suelos que producen uvas muy diferentes. Cada una de ellas son vinificadas por separado, para finalmente proceder a la mezcla en los porcentajes adecuados.
Producen en la bodega cuatro Mencías monovarietales. A nosotros nos gusta mucho el carácter atlántico de Petit Pittacum elaborado con uvas de viñas de al menos 60 años. Un vino joven con intenso color, expresivo en nariz, y con presencia de frutos rojos y toques minerales. Fluido en boca, con suaves taninos, jugoso y fresco. Acompaña muy bien los guisos tradicionales de legumbres, aves de corral, pulpo, pescados azules, chacinas, hongos salteados o empanadas de pescado.
Descendientes de J. Palacios
Álvaro Palacios procede de familia (por ambas ramas) de bodegueros riojanos. Con apenas 24 años llegó al Priorat con la intención de elaborar grandes vinos clásicos, siendo hoy más de 20 años después uno de los elaboradores más reputados de España. Ricardo Pérez Palacios, sobrino de Álvaro, tiene una larga experiencia en Francia, Chile y Estados Unidos. Ha vivido el vino desde que nació y ha visitado innumerables bodegas de Francia junto a su tío.
Descendientes de J. Palacios llegó al Bierzo en 1999 con la ilusión de ensalzar el patrimonio vitícola de esta región, incomparable por su arraigo y personalidad, cualidades fundamentales en su forma de entender la elaboración de vino. Ambos comparten este proyecto común en el nuevo edificio de la bodega, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo. Cultivan 45 hectáreas de viñas viejas en propiedad en 220 parcelas.
La filosofía de la bodega se asienta en tres pilares. El primero es la tradición espiritual; la bodega está en Corullón (León) cerca de monasterios y capillas y en la ruta del Camino de Santiago. La naturaleza y el paisaje es el segundo apoyo de esta bodega, los suelos minerales, la viñas viejas y el vínculo con el entorno. Y, por último, el intento de transmitir la identidad integra de cada paraje de la región.
Nos encanta su vino Pétalos 2020, uno de los mejores vinos del Bierzo, elaborado con las variedades: 92% Mencía, 5% Uva tinta y 3% Uva blanca, y una crianza de 8 meses en barrica. Un vino jovial y fragante que expresa todos los paisajes, las flores, los suelos y las orientaciones de la región. Es un vino perfumado, suave y seductor, de ahí toma su nombre: Pétalos. Posee altas calificaciones en las Guías de vinos y una relación calidad precio muy difícil de igualar.
Rául Pérez
Raúl Pérez, está considerado uno de los mejores enólogos del mundo. Elabora vinos propios y colabora en la realización de vinos para otras bodegas, tanto nacionales como internacionales. Nació en Valtuille de Abajo (León) en 1972 y su camino ha estado ligado siempre al mundo del vino ya que procede de una familia berciana de viticultores de toda la vida. Empezó a trabajar en la bodega familiar Castro Ventosa con 19 años, elaborando ya desde el principio vinos muy personales.
Nombres tan relevantes hoy como Álvaro Palacios y su sobrino Ricardo Pérez o la gaditana Verónica Ortega realizaron sus primeras vinificaciones en su bodega de Valtuille. Pero ha colaborado con muchas más bodegas: en Portugal en Sudáfrica, en Rías Baixas, Ribeira Sacra o Madrid. Ya sea en solitario o participando en proyectos de otros más de 200 etiquetas en la lista de The Wine Advocate del prestigioso crítico estadounidense Robert Parker cuentan con el toque mágico de Raúl Pérez.
Su estilo único y personal es conocido en todo el mundo del vino. El respeto por la naturaleza es máximo, así como su debilidad por el uso del raspón y las crianzas no invasivas. En sus vinos se siente cada terreno, cada clima y cada añada porque su prioridad es ejercer la mínima influencia en la uva, dejar que se exprese sin apenas tocarla quitando protagonismo a la madera y dejando que cada añada se modifique sola, consiguiendo así vinos no estandarizados.
Con la palabra latina ultreia se saludaban los peregrinos del Camino de Santiago, que significa adelante, y así bautizó Raúl Pérez a una de sus colecciones vinícolas más conocidas y apreciadas. Ultreia Valtuille 2019 de Raúl Pérez es un vino tinto con aromas de fruta madura, notas especiadas y toques de flores de violeta. En boca es ligero, fresco y elegante. Un vino con una acidez marcada y unos taninos jugosos y maduros. El final es preciso, limpio y perfumado. ¡Un vinazo con 95 puntos Parker!