
Madrid es una de las ciudades más especiales del mundo para salir a comer, con una escena gastronómica que abraza la tradición castiza al mismo tiempo que celebra la vanguardia. Y en un entorno donde la cocina ha alcanzado cotas de creatividad y calidad como nunca antes, la carta de vinos no puede quedarse atrás. Hoy más que nunca, el vino forma parte esencial de la experiencia gastronómica, y su selección es tan relevante como la del menú.
Para quienes gestionan un restaurante —desde una casa de comidas de barrio hasta un templo gastronómico con Estrella Michelin—, ofrecer una propuesta vinícola sólida, diversa y con identidad propia es una declaración de intenciones. Pero no se trata solo de llenar la carta: se trata de elegir referencias que emocionen, que cuenten historias, que transmitan el paisaje del que proceden y la filosofía con la que han sido creadas. En definitiva, vinos que estén a la altura del paladar madrileño.
En esta selección encontrarás los diez vinos que, por su calidad, singularidad y versatilidad en mesa, creemos que tendrían que estar presentes en todos los restaurantes de Madrid. No importa si el comensal busca un blanco fresco para un aperitivo, un tinto con alma para una comida de domingo o una joya escondida con la que sorprender. Son vinos que conectan con el origen, con la tierra y con el trabajo bien hecho. Porque si Madrid es una fiesta gastronómica permanente, estos son los vinos con los que hay que brindar.
Eresma+ Godello sobre lías, de Bodega Eresma
Bodega Eresma, ubicada en la noble villa de Olmedo (Valladolid), es un referente en la D.O. Rueda, destacando por su pasión por la enología y su compromiso con la calidad. Fundada en 2006, esta bodega es el fruto del esfuerzo y la experiencia de Aníbal Asensio Paunero, un enólogo cuya trayectoria ha marcado la viticultura en Castilla y León. Formado en la Escuela de la Vid y el Vino, pertenece a la generación de los "enólogos rockeros", que transformaron la enología contemporánea en el país. Su pasión por el vino es heredada de su abuelo y su padre, quienes elaboraban vino en Castilla desde los años 40.
Bodega Eresma cuenta con 120 hectáreas de viñedo propio y otras 110 hectáreas asociadas, todas dentro de la D.O. Rueda. Su terroir se caracteriza por suelos cascajosos y climatología extrema, lo que imprime una identidad única a sus vinos.
Entre sus vinos más destacados se encuentra Eresma+ Godello sobre lías, un blanco que ha conquistado Madrid y se ha convertido en un imprescindible para los amantes del buen vino. Su crianza sobre lías durante 5-6 meses aproximadamente le aporta estructura y complejidad, realzando su carácter único.
Este vino se distingue por su color amarillo pajizo intenso, con reflejos de limón acerado. En nariz, despliega una intensidad aromática marcada por notas minerales y balsámicas, acompañadas de flores blancas, melocotón, manzana verde y cantalupo, sobre un fondo cítrico fresco. En boca, es un vino sabroso, estructurado, persistente y largo, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para el aperitivo como para acompañar platos de pescado, mariscos o arroces melosos.
Además de este excelente Godello, no te olvides de Eresma+ Verdejo sobre lías y Eresma+ Sauvignon sobre lías, que comparten elaboración junto al Godello, también con una crianza de seis meses sobre lías aproximadamente, aportando complejidad y volumen en boca.
Sin duda, para los restaurantes de Madrid que buscan ofrecer una carta de vinos excepcional, Eresma+ Godello sobre lías es una elección imprescindible. Su versatilidad y elegancia lo convierten en un vino imprescindible para cualquier establecimiento que apueste por la calidad y el sabor auténtico.
Eidosela Albariño 2024 y Eidosela Selección Lías 2023, de Eidosela Adegas Atlánticas
En el corazón del Condado de Tea, una de las zonas más emblemáticas de la D.O. Rías Baixas, se encuentra Eidosela Adegas Atlánticas, una bodega que ha sabido fusionar la tradición vitivinícola gallega con la innovación. Desde su fundación en 2003, esta cooperativa formada por más de 65 viticultores se ha consolidado como un referente en la elaboración de vinos atlánticos, con un firme compromiso por la sostenibilidad y la excelencia. Su producción captura la esencia del Atlántico y la riqueza del terroir gallego, con viñedos que se extienden a lo largo del río Miño.
Si tenemos que elegir dos vinos de esta magnífica bodega gallega que tienen que estar presentes en las cartas de los restaurantes madrileños sí o sí, lo tenemos claro: Eidosela Albariño 2024 y Eidosela Selección Lías 2023, dos vinos que representan el espíritu gallego a la perfección.
Eidosela Albariño 2024 es un vino joven 100% Albariño, elaborado con uvas seleccionadas del Condado de Tea, vendimiadas a mano en su punto óptimo de maduración. Su proceso de vinificación respeta la frescura y tipicidad de la variedad. Presenta un color amarillo pajizo con reflejos verdosos, es limpio y brillante. En nariz, destaca por su intensidad frutal y floral, con notas de melocotón y albaricoque. En boca, es un vino potente, sedoso y glicérico, con una acidez bien integrada y una estructura que lo convierte en el acompañante ideal de mariscos, pescados y cocina asiática.
Por otro lado, Eidosela Selección Lías 2023 es una expresión más compleja del Albariño. Elaborado con uvas de las parcelas más viejas y mejor orientadas, su fermentación sobre lías finas le aporta una notable estructura y untuosidad. Destaca por su color amarillo pajizo brillante y su carácter mineral. En boca es un vino con cuerpo, equilibrado y con acidez bien integrada, perfecto para maridar con pescados y quesos, e incluso cualquier plato que incluya la carne.
En definitiva, Eidosela Adegas Atlánticas es sinónimo de calidad y auténtica identidad gallega. Para los restaurantes de Madrid que buscan una selección de vinos excepcional, estos dos extraordinarios Albariños son opciones imprescindibles en cualquier carta.
Cillar de Silos Crianza, de Cillar de Silos
Desde las tierras históricas de Quintana del Pidio, en plena Ribera del Duero, llega un vino que encarna la esencia de su origen: Cillar de Silos Crianza, un tinto que no puede faltar en la carta de los mejores restaurantes de Madrid. Este vino nace de un proyecto familiar con raíces profundas en la historia y el paisaje de Castilla, impulsado por Amalio Aragón en los años 70 y consolidado por sus hijos con la fundación de la bodega en 1994.
El nombre de Cillar de Silos es un homenaje al "cillero" del Monasterio de Silos, encargado de gestionar la despensa monástica en el siglo XVI, cuando el vino ya se aprovisionaba desde este mismo enclave. Como testimonio vivo de esa historia, la bodega cuenta con una cava subterránea del siglo XVI, que ofrece unas condiciones óptimas y constantes de temperatura y humedad para el envejecimiento en botella.
Cillar de Silos Crianza representa el alma de la casa. Elaborado con Tinto Fino (Tempranillo) procedente de viñas de entre 25 y 40 años, cultivadas en distintas parcelas del llamado "Jardín de la Ribera del Duero", este vino pasa 12 meses en barricas de roble francés, obteniendo una estructura elegante y equilibrada.
A la vista presenta un color cereza picota con reflejos violáceos. En nariz destaca por su complejidad aromática: fruta roja y negra (frambuesas y moras), especias dulces como la nuez moscada o la vainilla, junto a cedro, regaliz y suaves tostados. En boca es sedoso, equilibrado y estructurado, con una acidez refrescante que alarga su presencia, y un final intenso y persistente.
Hoy, Cillar de Silos exporta el 40% de su producción y sigue apostando por la excelencia: viñas viejas, uvas autóctonas, tecnología puntera y respeto por el legado. Un vino imprescindible que tiene que estar presente en Madrid, ideal para armonizar carnes rojas, platos de cuchara o quesos curados con un tinto de verdad, con historia y futuro.
Losada, de Losada Vinos de Finca
En el alto de Pieros, entre Cacabelos y Villafranca del Bierzo, se alza Losada Vinos de Finca, una bodega que ha revolucionado la interpretación del terruño berciano. Con una clara vocación por recuperar viñedos viejos y elaborar vinos que reflejen fielmente su origen, esta bodega combina tradición, sostenibilidad e innovación. Desde su fundación en 2005, Losada ha apostado por una viticultura responsable y una elaboración respetuosa, centrada en el equilibrio natural de cada parcela.
Su vino más emblemático, Losada, es un imprescindible para cualquier restaurante madrileño que apueste por una carta con personalidad. Elaborado principalmente con Mencía procedente de viñedos viejos plantados sobre laderas arcillosas a 480-600 metros de altitud, este vino se cría durante 12 meses en barricas de roble francés, logrando una expresión compleja, elegante y muy fiel a su origen.
A la vista, presenta un atractivo color picota con reflejos violáceos. En nariz, es intenso y complejo, con notas de frutas del bosque (moras, arándanos, frambuesas), junto a toques de grafito, pimienta, balsámicos, flores azules, monte bajo, cacao y tarta de chocolate. En boca se muestra amplio, fresco y sabroso, con un gran peso de fruta, muy equilibrado y con un final largo que promete buena guarda.
El diseño arquitectónico de la bodega, semienterrada y frente al histórico Castro de la Ventosa, está pensado para respetar el movimiento natural del vino por gravedad y garantizar unas condiciones óptimas de crianza con el mínimo impacto ambiental. Bajo la dirección del enólogo Amancio Fernández, la bodega ha recuperado parcelas en Valtuille de Arriba, San Esteban de Valdueza y San Lorenzo, apostando por variedades autóctonas y una viticultura regenerativa.
Losada es mucho más que un vino con excelente relación calidad-precio: es una muestra de identidad berciana, un tinto fresco, gastronómico y versátil que debería estar en todas las cartas que se precien en Madrid.
Termes, de Bodegas Numanthia
Termes, de Bodega Numanthia, es uno de esos vinos que capturan de inmediato la atención por su autenticidad y fuerza expresiva. Representa la cara más accesible y vibrante de la Tinta de Toro, una uva autóctona que ha echado raíces profundas en los suelos arenosos y extremos de la región. Para cualquier restaurante madrileño que desee ofrecer un tinto con identidad, historia y una gran relación calidad-precio, este vino es una elección imprescindible.
Desde 1998, Bodega Numanthia, situada en Valdefinjas, ha sido pionera en poner en valor los viñedos centenarios de Toro. Inspirada por el espíritu resistente de los habitantes de la antigua Numancia, la bodega cultiva sus viñas sin irrigación, de forma manual y siguiendo principios orgánicos, en parcelas que en muchos casos superan los cien años de antigüedad y conservan el pie franco.
Termes procede de este mosaico de pequeñas fincas y muestra el lado más fresco y frutal de Toro. En copa, luce un color rojo picota madura con reflejos rubí, limpio y brillante. En nariz despliega una intensidad aromática con notas de fruta negra madura, especias, hoja de tabaco, eucalipto y hierbas aromáticas. En boca, es amable, sabroso y equilibrado, con taninos dulces y una acidez vibrante que le aporta longitud y profundidad. Su final es largo y elegante, dejando una huella que invita a repetir.
Con un perfil gastronómico versátil, Termes marida con carnes a la brasa, guisos tradicionales y quesos curados. Es un vino perfecto para ampliar horizontes en cualquier carta que se precie y una forma deliciosa de acercarse al alma de Toro.
Elaborado con mimo y respeto por un patrimonio vitícola único, Termes resume la filosofía de Bodega Numanthia: vinos con historia, textura y emoción. Una referencia que no debería faltar en los restaurantes de Madrid que buscan identidad y carácter en su selección de vinos.
Juan Gil Etiqueta Plata, de Bodegas Juan Gil
Entre los vinos que deberían figurar en toda buena carta madrileña está Juan Gil Etiqueta Plata, el buque insignia de Bodegas Juan Gil, en Jumilla. Nacido de viejas cepas de Monastrell cultivadas ecológicamente sobre suelos calizos y pedregosos, este vino encarna la personalidad de una tierra dura, de contrastes climáticos y orígenes geológicos milenarios. Jumilla es un territorio donde la vid ha aprendido a sobrevivir y a ofrecer lo mejor de sí misma, y Juan Gil lo recoge con orgullo desde 1916.
Fundada por Juan Gil Jiménez, la bodega ha sido testigo de cuatro generaciones que han sabido mantener la tradición familiar y evolucionar hacia una elaboración moderna, con tecnología de vanguardia y un profundo respeto por la viña. Situada entre 700 y 850 metros de altitud, la finca concentra el espíritu jumillano: bajos rendimientos, alta concentración y vinos que expresan el carácter único de la Monastrell.
Juan Gil Etiqueta Plata es un vino ecológico de intensa expresión frutal, elaborado a partir de fermentación en acero inoxidable y posterior crianza en barricas de roble francés y americano. Presenta un color rojo picota intenso, aromas de fruta madura, toques especiados y un fondo elegante de tostados. En boca es amplio, sabroso, con estructura y un final largo que deja recuerdos de su crianza en madera y la madurez de la fruta.
Es un vino versátil que brilla con arroces melosos, caza, legumbres, quesos curados y azules, y asados. Su potencia equilibrada lo hace ideal tanto para cocina tradicional como para propuestas contemporáneas.
Bodegas Juan Gil no solo elabora vinos, sino que representa un legado, un paisaje y una forma de entender la viticultura. Juan Gil Etiqueta Plata es el mejor embajador de esta historia. En Madrid, donde la diversidad gastronómica exige vinos con alma, personalidad y estructura, este Jumilla es una apuesta segura que no puede faltar.
Allende Tinto, de Finca Allende
Desde Briones, en plena Rioja Alta, llega uno de los tintos que mejor encarna el espíritu de la "Nueva Rioja": Allende Tinto, de Finca Allende. Fundada en 1995 por el prestigioso enólogo e ingeniero agrónomo Miguel Ángel de Gregorio, esta bodega ha sabido reinterpretar los clásicos de la denominación con una mirada contemporánea, poniendo en valor el terruño, las castas autóctonas y una elaboración precisa y respetuosa con la viña.
El viñedo de Finca Allende, con una edad media de 45 años, se asienta sobre suelos arcilloso-calcáreos a las afueras de Briones, donde el clima continental con influencia atlántica favorece una maduración equilibrada. La vendimia se realiza manualmente, con una rigurosa selección de racimos en el viñedo y en bodega, garantizando uvas de la máxima calidad.
Allende Tinto está elaborado 100% con Tempranillo, la variedad reina de la Rioja. Su vinificación incluye una maceración prefermentativa en frío, fermentación controlada y una crianza de 14 meses en barricas de roble francés. El resultado es un vino de gran finura y complejidad, que refleja con nitidez el carácter de su origen.
A la vista, presenta un color cereza intenso con reflejos púrpura. En nariz, se aprecian notas frutales de zarzamora y arándanos, matizadas por elegantes toques de cedro y tabaco procedentes de la crianza. En boca es serio, vibrante y bien equilibrado, con una frescura frutal que convive armoniosamente con su estructura y potencial de guarda.
Allende Tinto es ideal para maridar con platos de cocina mediterránea, carnes a la parrilla, setas o incluso propuestas más elaboradas. Un vino versátil y refinado que encaja perfectamente en cualquier carta madrileña que busque tintos con alma, autenticidad y una gran historia detrás.
Con vinos como Calvario, Aurus y este Allende Tinto, Miguel Ángel de Gregorio ha consolidado su lugar entre los grandes renovadores de la Rioja. Un imprescindible en toda mesa que se precie. Salud.
Guitian sobre lías 2020, de Bodega A Tapada
En el extremo oriental de Valdeorras, a los pies de las Peñas Marías, se encuentra Bodega A Tapada, una joya vitivinícola que ha elevado la expresión de la variedad Godello hasta las más altas cotas de calidad. Desde 1985, esta finca familiar en Rubiá ha apostado por una viticultura precisa, sostenible y singular, bajo la dirección de Mª Carmen Guitián y con el cultivo a cargo de Senén Guitián, pioneros en la elaboración de vinos de pago con fuerte carácter territorial.
De este viñedo exclusivo, plantado con un clon prefiloxérico de Godello, nace uno de los blancos más singulares de España: Guitian sobre lías. Elaborado a partir de una vinificación cuidadosa y una crianza sobre lías de 4 a 6 meses con removido semanal, este vino fue el primero en España en aplicar esta técnica sin intervención de la madera, marcando un hito en la elaboración de blancos de guarda.
El resultado es un vino de color amarillo dorado con reflejos verdosos, que despliega en nariz una gran complejidad: frutas de hueso, cítricos, hinojo y flores blancas. En boca es potente, fresco y largo, con una expresión aromática persistente y en evolución constante. Con el tiempo, surgen notas de miel, queroseno y naranja amarga, demostrando una longevidad poco común en los blancos nacionales.
La altitud (500 metros), el clima atlántico con influencia continental, y los suelos de pizarra ordovícica, se traducen en vinos con una frescura natural, estructura y una marcada personalidad. La bodega, diseñada por el enólogo Pepe Hidalgo junto a Ana Martín y el recordado Ramón Guitián, está equipada exclusivamente para vinificar la uva de la finca, garantizando un control absoluto del proceso.
Guitian sobre lías es un blanco gastronómico, perfecto para maridar con mariscos, pescados en salsa, carnes blancas y cocina asiática. Un vino imprescindible en cualquier restaurante de Madrid que apueste por la excelencia, la singularidad y la expresión pura del terruño gallego.
200 Monges Gran Reserva Blanco, de Vinícola Real 200 Monges
Hay vinos que nacen con vocación de eternidad, y 200 Monges Gran Reserva Blanco, de Vinícola Real, es uno de ellos. Procedente de viñedos singulares en el Alto Najerilla y el valle del Iregua, este blanco de guarda rompe moldes y redefine el papel de la variedad Viura en la Rioja. La bodega, ubicada en Albelda de Iregua, fue fundada en 1992 por Miguel Ángel Rodríguez, quien escogió construir su proyecto en una tierra marcada por el legado de los 200 monjes que habitaron el monasterio de San Martín en el siglo X, inspirando así el nombre de este vino.
200 Monges Gran Reserva Blanco es fruto de una selección minuciosa de viñedos viejos en vaso y de una elaboración precisa y respetuosa. La uva permanece tres días en contacto con las pieles antes del prensado, fermenta con levaduras autóctonas en barrica y se cría durante un año en madera. Tras su paso a depósito y embotellado, permanece siete años en botella, afinando su expresión y ganando complejidad.
El resultado es un vino con alma de tinto, elegante y longevo. Presenta un amplio abanico aromático, con notas de fruta madura, cítricos confitados, flores secas, miel y frutos secos. En boca es estructurado, sedoso, con una acidez vibrante que sostiene su recorrido largo y preciso. Es un blanco serio, profundo y con una capacidad de guarda excepcional.
En Vinícola Real, la viticultura es una cuestión de escucha y respeto. La bodega trabaja con bajos rendimientos, en ecológico, y selecciona grano a grano buscando siempre la máxima expresividad del terruño. La elección del viñedo, la sabiduría en la vinificación y el respeto al paso del tiempo definen su estilo.
200 Monges Gran Reserva Blanco es una joya para la alta gastronomía. Ideal con pescados grasos, cocina oriental, quesos curados y platos con trufa o setas. Un vino imprescindible en las cartas de los grandes restaurantes de Madrid que quieran sorprender con un blanco de altura y alma riojana.
Godelia Godello 2023, de Godelia Bodega y Viñedos
Finalizamos este especial sobre los vinos que deberían estar presentes en los restaurantes madrileños con Godelia Godello 2023. Elaborado por Bodegas Godelia, situada en pleno Camino de Santiago, este vino es un fiel reflejo de la riqueza natural y vitivinícola de la región. La bodega, joven pero con un firme compromiso por la sostenibilidad, la calidad y el respeto al entorno, ha sabido posicionarse entre los referentes del Bierzo con vinos que combinan frescura, elegancia y una marcada identidad.
Godelia Godello 2023 es un vino singular, elaborado a partir de Godello (90%) y Doña Blanca (10%) procedentes de viñas de entre 30 y 80 años, plantadas entre los 500 y 700 metros de altitud sobre suelos de cantos rodados y cuarcitas. Su elaboración incluye una fermentación controlada a baja temperatura y una crianza de cinco meses sobre lías finas, con bâtonnage que aporta cremosidad y profundidad al conjunto.
A la vista, presenta un color pajizo brillante. En nariz, es intenso, frutal y floral, con notas de melocotón, cítricos, flores blancas, y un fondo mineral con matices de hinojo y hierba fresca. En boca se muestra cremoso, elegante y con acidez bien integrada, con un perfil mineral y ligeramente salino que le confiere un final largo y refrescante.
La gran virtud de este vino es su versatilidad: ideal tanto para el aperitivo y el chateo como para acompañar mariscos, pescados y cocina gallega. Es un blanco gastronómico, con carácter y complejidad, perfecto para destacar en las cartas de los restaurantes madrileños que apuestan por el producto auténtico y los vinos de identidad.
Bodegas Godelia trabaja con pasión por el detalle y un equipo joven comprometido con la excelencia. Su proyecto en el Bierzo es un canto al paisaje, a la tradición y a la modernidad bien entendida. Con vinos como este Godelia Godello 2023, confirman que el Bierzo blanco tiene mucho que decir y que este vino no puede faltar en ninguna buena mesa de Madrid.