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Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en una marca referente en el mundo de la apicultura, Jalea de Luz ha demostrado que la calidad de cada producto se logra con pasión, innovación y un profundo respeto por la naturaleza. Esta marca, dirigida por los ingenieros t. agrícolas José Ignacio Gimeno y Fernando Escanilla, y el técnico de producción y envasado, Miguel Pietrzykowski se ha consolidado no solo por la calidad de sus mieles, sino también por su compromiso social y ambiental, elementos esenciales en su ADN.
La historia de Jalea de Luz comenzó en 2007, cuando José Ignacio y Fernando decidieron poner en marcha un sueño: producir una miel cruda 100% española que capturara la esencia y diversidad de la Península Ibérica. Con experiencia en apicultura, conservación ambiental y gestión del paisaje, ambos fundadores emprendieron un viaje transformador basado en principios fundamentales como el profesionalismo, la ética, la sostenibilidad y el compromiso social. Estos valores no solo han guiado sus prácticas, sino que también han definido el crecimiento de la marca, atrayendo a un equipo técnico altamente cualificado que trabaja en coordinación con un amplio grupo de colaboradores.
El enfoque de Jalea de Luz no solo se centra en la producción de miel de calidad, sino también en crear un impacto positivo en la sociedad. La colaboración con organizaciones como la Fundación Cedes y la Fundación Apimys “Almeta Alba” es un reflejo de su responsabilidad social. Estas alianzas han permitido el desarrollo de actividades como el etiquetado de productos, talleres apícolas y labores medioambientales que benefician tanto a la comunidad como al ecosistema.
Lo que distingue a Jalea de Luz es su dedicación a producir miel cruda de la más alta calidad. Esto significa que sus mieles no se someten a procesos de pasteurización ni homogeneización, preservando así todas las enzimas naturales, antioxidantes y nutrientes esenciales. La compañía ofrece más de 25 variedades de mieles, todas procedentes de diferentes rincones de España, un país cuya diversidad medioambiental permite la creación de sabores únicos.
Entre sus mieles más destacadas se encuentra la miel de romero, obtenida en la estepa de Los Monegros, donde el clima árido potencia el aroma y sabor de esta planta; y la miel de castaño, procedente de los frondosos bosques del norte, que se caracteriza por su sabor intenso y alto contenido en minerales. También nos encanta la miel de lavanda, recolectada en campos donde la fragancia de esta flor aromática se impregna en cada gota; y la miel de azahar, con delicadas notas florales que evocan los huertos de cítricos del Mediterráneo. La miel de brezo, con su profundo sabor terroso y sus potentes propiedades antioxidantes, complementa nuestras favoritas con la miel de eucalipto, reconocida por su aroma balsámico y sus beneficios respiratorios.
Jalea de Luz también ofrece la singular miel de alta montaña, recolectada en alturas donde la flora silvestre proporciona una riqueza de matices, y la miel de tomillo, conocida por su sabor fuerte y propiedades antimicrobianas naturales. La miel de madroño, con su distintivo toque amargo, deleita a los paladares más exigentes; mientras que la miel de roble, oscura y compleja, destaca por su alto contenido en minerales y antioxidantes. A estas se suman otras variedades igualmente especiales, como la miel de limón, la miel de diente de león, la miel de zarzamora y la miel de ajedrea, cada una con características únicas que reflejan la biodiversidad del entorno de donde provienen, ofreciendo una experiencia sensorial tan diversa como los paisajes de España.
Además, la marca ha desarrollado un "Test de Miel" para ayudar a cada cliente a elegir la variedad que mejor se adapte a sus gustos. Este enfoque personalizado es una muestra más de la atención al detalle que define a Jalea de Luz.
El compromiso con la calidad se extiende más allá de la miel pura. Jalea de Luz también produce una amplia gama de derivados, como própolis y polen de abeja; y una línea de cosmética natural bio basada en los beneficios del propóleo. Estos productos incluyen cremas regeneradoras, lociones corporales, champús y geles de ducha, todos elaborados con ingredientes naturales para cuidar la piel y el cabello de manera ecológica.
Jalea de Luz ha logrado expandir su influencia más allá del mercado local. Hoy en día, sus productos se venden tanto en tiendas como a través de distribuidores nacionales e internacionales. La marca también ofrece sus productos a través de su tienda online, haciendo accesibles sus productos a un público diverso. Cada tarro de miel no solo encierra el trabajo y dedicación de los apicultores, sino también una conexión directa con la naturaleza española.
La historia de Jalea de Luz es un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden coexistir para crear algo realmente excepcional. Su compromiso con la calidad, la sostenibilidad y la responsabilidad social ha hecho de esta marca un referente en el mundo de la apicultura. Si aún no has probado sus mieles, este es el momento de dejarte seducir por la pureza y el sabor inigualable que solo Jalea de Luz puede ofrecer.
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